Mi primera
reacción al pararme a pensar sobre este tema fue: ¿pero qué necesidad
tenemos de complicar la enseñanza con estas nueva herramientas? Sí, lo reconozco,
una reacción llena de prejuicios, y con un trasfondo de desconocimiento. Estoy
segura de no ser la única con pocas ganas de salir de mi zona de confort. Sin
embargo, antes de emitir este tipo de juicios, hay que conocer lo que hay y
luego decidir si nos es útil hoy en el aula de ELE.
Tanto los blogs,
como los wikis y por supuesto las redes sociales, que llevamos de la mano allá
donde vayamos, ofrecen numerosas posibilidades que hay que descubrir para aplicarlas
a la enseñanza de ELE. Para que tengan éxito deben ser atractivas tanto para el
profesor como para los alumnos, ofrecer un valor añadido a la enseñanza
tradicional y ser fáciles de usar. Es cierto que, si las conocemos bien, estas
herramientas presentan numerosas ventajas, entre las que destacaría la
posibilidad de ofrecer un aprendizaje colaborativo, su interactividad, su carácter
gratuito, la posibilidad de adaptar los contenidos a las necesidades de los
alumnos, el fomento de la autonomía del proceso de aprendizaje, la posibilidad
de su uso ubicuo, etc.
Como siempre,
el primero que debe formarse e investigar sobre cómo optimizar las
posibilidades que ofrecen en el aula es el propio docente, como facilitador y
orientador del proceso de enseñanza-aprendizaje.
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